310 Caballos de Pura Maldad Sobre el Agua
Si alguna vez te has preguntado qué se siente al montar un misil sobre el agua, la Kawasaki Jet Ski Ultra 310 es la respuesta. Y no, no estamos hablando de una moto cualquiera, sino de una bestia de 310 caballos de potencia que te escupe al horizonte antes de que puedas decir «¡Agarraos fuerte!». Nos hemos subido a esta locura flotante para ponernos al límite y ver si de verdad es la reina de las motos de agua. ¡Allá vamos!
Diseño y Primeras Impresiones: Puro Musculito Sobre las Olas
Desde el primer vistazo, la Kawasaki Ultra 310 impone. Con su diseño agresivo, líneas afiladas y un carenado que parece sacado de una nave espacial, deja claro que esto no es un juguete de piscina. Está disponible en combinaciones de colores que gritan velocidad, como el clásico verde Kawasaki con negro.
Los acabados son premium, con un asiento ergonómico de tres plazas que promete comodidad, aunque siendo honestos, si piensas ir a fuego, mejor llevar un solo pasajero o ir en solitario. No queremos que alguien salga disparado como un corcho de champán.
Motor y Prestaciones: Un Dragster Acuático
Bajo el capó (o lo que sea que tengan las motos de agua en vez de capó), se esconde un motor de cuatro cilindros y 1.498 cc con sobrealimentación que desata 310 caballos de potencia. Esto, traducido a sensaciones, significa que cuando giras el acelerador a fondo, la Ultra 310 no «acelera», sino que «despega».
El rugido del motor es adictivo. Su sonido gutural mezclado con el silbido del sobrealimentador es música para los oídos de cualquier amante de la velocidad. En línea recta, puedes alcanzar velocidades que harían sudar a un jet ski de competición.
Si te preocupa la estabilidad a alta velocidad, tranquilo: Kawasaki ha pensado en todo. El casco de la Ultra 310 es una obra de ingeniería que se agarra al agua con firmeza, incluso cuando las olas se ponen juguetonas. Nada de ir botando como una pelota de ping-pong; aquí hay estabilidad de sobra.
Control y Manejo: Como un Kart de Fórmula 1 en el Agua
Ahora bien, tener un montón de caballos bajo el trasero no sirve de nada si la moto no se maneja bien. Afortunadamente, la Ultra 310 es tan ágil como potente. Kawasaki ha equipado este monstruo con un sistema de trim electrónico que te permite ajustar el ángulo del casco según las condiciones del agua, lo que se traduce en una conducción precisa y divertida.
Girar con la Ultra 310 es un festival. Entra en las curvas con agresividad, mantiene la trayectoria con aplomo y te permite jugar con los derrapes como si fueras un piloto de rally acuático. El freno y marcha atrás electrónica ayudan a maniobrar en espacios reducidos sin problemas, algo que se agradece si no quieres acabar estampado contra un muelle.

Equipamiento y Extras: Más Que Solo Velocidad
Para los que piensan que una moto de agua es solo motor y ya está, la Ultra 310 viene con un paquete de extras que la hacen más completa que muchas lanchas deportivas. Pantalla TFT a color con información de todo tipo (modo de conducción, combustible, temperatura del agua, etc.), sistema de audio Bluetooth para que te pongas la banda sonora de «Fast & Furious» mientras surcas las olas y, ojo al dato, un modo «ECO» que limita la potencia para ahorrar combustible.
Aunque siendo sinceros, dudo que alguien que compra una Ultra 310 quiera ir en modo «ECO».
Consumo y Autonomía: La Parte Menos Divertida
Porque no todo es perfecto, hay que hablar del «pequeño» detalle del consumo. Con 310 caballos, no esperes que esta Kawasaki sea una monja en cuanto a beber gasolina. El depósito de 80 litros se esfuma rápido si vas a fondo todo el rato, así que prepárate para visitar la gasolinera con frecuencia. Pero bueno, si puedes permitirte una de estas, seguro que el combustible no es un problema.
Precio y Veredicto: La Reina de las Motos de Agua (Si Puedes Permitírtela)
Ahora viene la pregunta del millón: ¿vale la pena la Kawasaki Jet Ski Ultra 310? Si eres un amante de la velocidad, las emociones fuertes y quieres tener la moto de agua más salvaje del mercado, la respuesta es un rotundo sí. Su rendimiento es brutal, el diseño es espectacular y la sensación de pilotarla es algo que no se olvida fácilmente.
El «pero» es el precio. Con un coste que no es precisamente bajo, la Ultra 310 está pensada para los que buscan lo mejor sin mirar demasiado la cartera. Pero si tienes la pasta y el espacio para guardarla, vas a tener en tus manos (y entre tus piernas) una auténtica joya de la ingeniería acuática.
En resumen: Si la ves, préndele fuego al acelerador y agárrate fuerte. Porque la Kawasaki Ultra 310 no es una moto de agua… es una experiencia. ¡Y qué experiencia!